Las saunas siempre me han encantado. Desde la primera vez que probé una, supe que era algo que quería tener en mi vida de forma habitual. Pero claro, no siempre es fácil encontrar una sauna que se adapte a lo que necesitas, sobre todo si tienes poco espacio en casa o si buscas algo muy específico.
Por eso, cuando me planteé instalar una en mi casa, decidí que lo mejor era optar por una sauna a medida. Hoy quiero contarte todo lo que aprendí en el proceso y por qué creo que es una de las mejores decisiones que he tomado.
¿Por qué usar saunas a medida?
Si estás pensando en tener una sauna en casa, seguramente te habrás dado cuenta de que hay muchísimas opciones en el mercado. Hay saunas prefabricadas que simplemente compras y montas, pero también está la opción de hacer una totalmente a tu gusto.
Yo elegí la segunda opción por varias razones:
- Aprovechamiento del espacio: No tengo una casa enorme, así que necesitaba que la sauna encajara perfectamente en un rincón que tenía disponible.
- Diseño personalizado: Me gusta que las cosas en mi casa reflejen mi estilo y, sinceramente, muchas saunas estándar no me convencían.
- Materiales de calidad: Al hacerla a medida, pude elegir cada material y asegurarme de que todo fuera exactamente como lo quería.
- Comodidad y ergonomía: Quería que los bancos, la altura y todo el interior se ajustaran a mis necesidades.
- Opciones extras: Desde la iluminación hasta el tipo de calefacción, una sauna a medida permite añadir detalles que en una prefabricada son difíciles de conseguir.
El proceso de instalación paso a paso
Cuando decidí que quería una sauna a medida, pensé que sería un proceso complicado, pero la verdad es que fue más sencillo de lo que imaginaba:
- Elección del espacio: Lo primero fue decidir dónde colocarla. En mi caso, tenía un pequeño espacio sin usar en el baño, así que decidí aprovecharlo. Pero hay muchas opciones: puedes ponerla en el jardín, en un sótano o incluso dentro de una habitación grande. Lo importante es asegurarte de que haya buena ventilación y un acceso adecuado a la electricidad.
- Diseño y materiales:
Aquí es donde realmente te das cuenta de la ventaja de hacer una sauna a medida. Pude elegir el tipo de madera, los acabados y el diseño del interior. Me decanté por madera de abeto nórdico, que es resistente y tiene un olor increíble cuando se calienta. También opté por una puerta de cristal templado, que le da un aspecto más moderno y no hace que el espacio se sienta cerrado.
- Tipo de calefacción: Las saunas pueden funcionar con distintos sistemas de calefacción. Las opciones más comunes son:
- Estufas eléctricas: Son fáciles de instalar y mantener.
- Calefacción por infrarrojos: Una opción más moderna que calienta el cuerpo directamente en lugar de calentar el aire.
- Leña: Perfecta para una sauna exterior y para quienes buscan una experiencia más tradicional.
Yo elegí una estufa eléctrica porque era lo más práctico para el espacio en el que iba a instalar la sauna.
- Instalación: Contraté a un profesional para que se encargara de la instalación, aunque si eres manitas, hay kits de montaje que te permiten hacerlo por tu cuenta. En mi caso, quería asegurarme de que todo quedara perfecto y de que la sauna cumpliera con todas las normas de seguridad.
- Toques finales: Una de las cosas que más me emocionaba era personalizar mi sauna. Añadí una iluminación LED suave, un sistema de sonido para poder escuchar música relajante y un cubo de madera con cucharón para echar agua sobre las piedras y generar más vapor. Estos pequeños detalles hacen que la experiencia sea mucho más placentera.
Errores que debes evitar al instalar saunas en tu casa
Los fabricantes de saunas finlandesas a medida, taquillas, cabinas sanitarias y otros productos de vestuario, Saunas Deluxe, me asesoraron con mucha paciencia, y me explicaron que hay cosillas que pueden salir mal si no tienes cuidado.
Como yo las evité gracias a sus consejos, te voy a contar algunos de los errores más comunes para que no tropieces con ellos.
- No medir bien el espacio: Parece obvio, ¿verdad? Pues créeme, hay gente que se emociona con la idea de una sauna y cuando la van a instalar… ¡sorpresa! No cabe o queda demasiado apretada. Antes de encargar nada, mide bien y asegúrate de que tienes espacio suficiente para entrar y moverte con comodidad.
- No pensar en la ventilación: Una sauna necesita respirar. Si no tiene buena ventilación, el calor no se distribuye bien y la madera puede deteriorarse antes de tiempo. Asegúrate de que haya una entrada de aire y una salida para que el ambiente sea siempre óptimo.
- Elegir materiales de mala calidad: No puedes escatimar en materiales. Si la madera no es buena, empezará a agrietarse o a absorber humedad. Yo opté por abeto nórdico, pero hay otras opciones como el cedro o el hemlock, que también son geniales.
- No tener en cuenta el tipo de calefacción: Cada sistema tiene sus ventajas y desventajas. ¿Quieres algo práctico? Estufa eléctrica. ¿Te gusta lo tradicional? Leña. ¿Buscas algo más innovador? Infrarrojos. Lo importante es elegir lo que mejor se adapte a tu espacio y necesidades.
- Olvidarse de los detalles: La magia está en los detalles: buena iluminación, un sistema de sonido relajante, incluso unas piedras volcánicas para generar más vapor. Son pequeños extras que hacen que tu sauna pase de “buena” a “espectacular”.
Beneficios de tener saunas en casa
Desde que tengo mi sauna, la uso varias veces por semana, y los beneficios han sido increíbles.
-Después de un día de trabajo, no hay nada como entrar en la sauna y dejar que el calor haga su magia. Me ayuda a desconectar y a reducir el estrés.
-El calor hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que mejora la circulación. Esto me ha ayudado mucho con la sensación de piernas cansadas después de estar todo el día de pie.
-Se suda muchísimo en la sauna, lo que ayuda a eliminar toxinas del cuerpo. Es como un pequeño reseteo para la piel.
-Desde que uso la sauna con regularidad, noto mi piel mucho más suave y limpia. El calor abre los poros y elimina impurezas, lo que deja la piel con un aspecto mucho más saludable.
-Si haces ejercicio, una sauna es el complemento perfecto. Ayuda a relajar los músculos y a reducir las agujetas después de entrenar.
Consejos para aprovechar al máximo tu sauna
Si decides instalar una sauna en casa, aquí van algunos consejos para que la disfrutes al máximo:
-Lo ideal es estar entre 10 y 20 minutos por sesión.
-Bebe agua antes y después de usar la sauna para evitar la deshidratación.
-Una ducha antes ayuda a preparar la piel y una después elimina toxinas y refresca el cuerpo.
-Unas gotas de eucalipto o lavanda en el cubo de agua pueden hacer que la experiencia sea aún más relajante.
-La sauna es un lugar perfecto para relajarse por completo.
Mi rutina perfecta de sauna (y por qué deberías probarla)
Ahora que tengo mi sauna en casa, he desarrollado una pequeña rutina que me encanta y que te recomiendo probar porque hace que la experiencia sea aún más increíble.
- Empiezo con una ducha tibia: Esto ayuda a preparar la piel y abre los poros. Además, si vienes de un día largo, te ayuda a entrar en modo relax.
- Sesión de 15-20 minutos en la sauna: Aquí me relajo por completo. A veces me pongo música suave o simplemente disfruto del silencio. Si quiero algo extra, echo un poco de agua con eucalipto sobre las piedras para un efecto más refrescante.
- Ducha fría o baño de contraste: Este paso es clave. Salgo de la sauna y me doy una ducha fría (bueno, más bien templada porque no siempre me atrevo con el agua helada). Esto reactiva la circulación y deja una sensación de frescura brutal.
- Descanso y mucha hidratación: Después de la sauna, me tomo unos minutos para relajarme y siempre bebo agua o una infusión. Es importante reponer líquidos después de sudar tanto.
Desde que sigo esta rutina, me siento con más energía, duermo mejor y mi piel está muchísimo más suave.
Si tienes sauna en casa (o planeas tenerla), te animo a probarlo. ¡Te va a encantar!
¿Vale la pena una sauna a medida?
Después de haber pasado por todo el proceso y haber estado disfrutando de mi sauna durante meses, puedo decir sin duda que vale la pena. Sí, puede ser una inversión un poco mayor que comprar una sauna prefabricada, pero la diferencia en comodidad y personalización es enorme. Si tienes el espacio y te gusta la idea de tener un rincón de relajación en casa, te recomiendo totalmente que lo hagas.
En mi caso, ha cambiado por completo mi rutina y me ha dado un espacio donde puedo desconectar y cuidar mi salud.
Así que si estás dudando, mi consejo es que te animes. ¡No te arrepentirás!