Mantener vivas todas y cada una de las actividades económicas de nuestro país es una de las obligaciones que deben existir en el seno del mismo. Perder una de las fuentes de ingresos siempre es una mala noticia para una sociedad y economía y, por tanto, desde las instituciones públicas y la ciudadanía debe haber un apoyo total a cada tipo de negocio y sector productivo que exista en su zona de residencia o país. Apoyar la economía local en la medida de nuestras posibilidades es una obligación moral y siempre va a ser un argumento para que nuestra ciudad, pueblo o país siga teniendo una determinada importancia dentro del mundo.
En este artículo, la protagonista es una actividad económica que, como cualquier otra, también requiere del apoyo de todo el mundo. La minería sigue existiendo y proporcionando un salario a una cantidad elevada de personas en el interior de nuestras fronteras. Siguen siendo muchas las canteras que existen en España y es evidente que es necesario trabajarlas y disponer de profesionales cualificados en un sector como este para cumplir con los propósitos que se manejan con esta actividad. Aunque es cierto que es más importante en algunas zonas de nuestro país que en otras, todo el mundo ha de ser consciente de la importancia que tienen en el conjunto de la economía nacional.
En una noticia publicada en la página web Newtral en marzo del año pasado se contabilizaban las explotaciones mineras existentes en el interior de nuestras fronteras, dividiéndolas por comunidades autónomas. Tres eran las regiones en las cuales este tipo de explotaciones continuaban siendo más numerosas: Andalucía, Castilla y León y Cataluña. Se trata de algo lógico si tenemos en consideración que son comunidades que cuentan con un amplio territorio (mayor en el caso de las dos primeras y algo más pequeño, pero muy importante, en el caso de la región catalana). La información también apuntaba que un sector como este facturó 3.061 millones de euros y ofrecía casi 30.000 puestos de trabajo en el año 2020, un año en el que, por cierto, los números fueron peores que durante los anteriores como consecuencia de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas.
Sí que es verdad que el número de explotaciones mineras es menor ahora que antes. En un estudio realizado por Statista y que vamos a compartir a continuación con todos vosotros y vosotras se manifiesta que, en el año 2012, el número total de estas explotaciones superaba las 3.200 unidades, mientras que en 2021 se situaba solo por encima de las 2.600. Se trata de algo lógico y que viene sucediendo en otros países de nuestro entorno, especialmente europeos, a causa de que la Tierra tiene un límite de recursos naturales. Pero no por ello se debe dejar al margen a esta actividad de ningún problema de desarrollo y crecimiento, por supuesto.
La minería es una de las actividades económicas en las que más ha crecido la productividad en la última década en España. El motivo está íntimamente ligado con los desarrollos tecnológicos e industriales que se vienen produciendo con el paso de cada año. En Smartcrush, una entidad encargada de la elaboración de trituradoras y plantas móviles, nos han hecho saber que las empresas encargadas de la explotación de las minas consideran esos dos elementos como los principales causantes de ese aumento de la productividad en el sector. Estamos hablando de una de las actividades económicas que está sabiendo sacar un mayor provecho del desarrollo tecnológico y esto es algo que le está viniendo de perlas a las empresas y los profesionales del sector minero.
Un sector con una gran importancia histórica para España
El sector minero ha tenido una gran importancia histórica para nuestro país. La obtención del carbón nunca ha sido la tarea más fácil del mundo y son muchos los agradecimientos que la sociedad debería realizar a todas y cada una de las personas que se ha dedicado a esta actividad en algún momento a lo largo de los siglos. Creemos que, en muchas ocasiones, no se ha valorado esta actividad con la suficiente justicia y desde este artículo también queremos reivindicar el valor del trabajo ejercido por todas esas personas que se han dedicado a la minería en nuestro país.
En otras naciones que también han contado con una buena cantidad de explotaciones mineras, como es el caso del Reino Unido, la situación ha sido exactamente la misma. Sus trabajadores han sido piezas fundamentales para que existiera la materia prima suficiente para, por ejemplo, calentar los hogares. Y creemos que en la sociedad británica tampoco ha existido ese justo reconocimiento al que hacíamos referencia en el párrafo anterior para el caso de España. La minería ha sido una actividad indispensable en todos aquellos países en los que ha tenido lugar y también en los que no, puesto que la obtención de carbón, sin ir más lejos y como acabamos de comentar, era básica para dotar de cierto bienestar a la vida de la gente.
La eficiencia, prima hermana de la tecnología
La tecnología ha venido a cambiar el mundo. Era algo que ya empezábamos a tener claro hace algunas décadas, cuando se empezó a desarrollar algo que conocíamos como Internet o el ordenador. Sin embargo, el desarrollo no solo se ha quedado ahí. A medida que han ido pasando los años, se han ido generando muchas más tecnologías y maneras de hacer más eficiente el trabajo en un montón de industrias y en una buena cantidad de situaciones ligadas a situaciones ligadas a la vida privada. Por eso decimos que la eficiencia y la tecnología son primas hermanas. Y es que, sin el desarrollo de la segunda, no habría tanto espacio para la primera.
Hablamos de una cuestión que es básica para entender la vida de hoy en día. Está claro que nada se podría entender a día de hoy si no se contara con el desarrollo de la tecnología. Los países que cuentan con mayores y mejores industrias y empresas en general tienen algo en común y es el desarrollo que ha experimentado la tecnología en el interior de sus fronteras. La verdad es que no es para menos. Desde hace tiempo se sabe que quienes dispongan de los mejores avances en ese sentido son los que más van a conseguir en eficiencia dentro de sus empresas e instituciones públicas. Y está claro que eso al final proporciona un extra de rentabilidad que es lo que va a permitir que el negocio tenga más vida que nunca.
La investigación, clave para apostar por el crecimiento
Otra de las cosas por las que compiten muchos países en los momentos en los que nos encontramos es por la investigación en materia tecnológica. Cientos de personas especializadas en algún campo concreto de la tecnología tratan cada día de experimentar nuevos programas y aplicaciones que tienen el objetivo de proporcionar un nuevo servicio o cubrir un nuevo servicio de una manera mucho más eficaz porque saben que va a tener un impacto positivo en la vida de las personas que lo usen. Estamos en un momento en el que la diferencia entre el éxito y el fracaso puede ser muy pequeña y en el que se debe procurar estar rodeado de los mejores mecanismos de trabajo. Eso solo se puede conseguir de la mano de la mejor tecnología.
Todos los sectores de actividad viven en buena medida de la tecnología. En la producción de vehículos en España, por ejemplo, tiene una importancia muy grande el conjunto de máquinas tecnológicas con las que se van produciendo e insertando las piezas en los coches, furgonetas y demás. En el sector minero, por poner el ejemplo al que nos hemos venido refiriendo en la primera parte del artículo, también es de una relevancia muy grande contar con máquinas como las trituradoras o las plantas móviles más avanzadas. Y hablemos, si todavía no estáis muy convencidos, de todo lo que tiene que ver con las empresas especializadas en la industria metalúrgica, donde la tecnología termográfica permite conocer de primera mano la temperatura de cada horno con el objetivo de prevenir cualquier accidente laboral.
Estamos seguros de que la tecnología va a seguir ganando en importancia a lo largo de los próximos años y décadas. Esa investigación de la que estábamos hablando en párrafos anteriores va a terminar generando sus frutos, siempre lo hace, y se van a ir generando nuevos sistemas y productos (o actualizando los ya existentes) que van a hacer posible que el trabajo y la vida sean mejores de lo que son a día de hoy. Ese es el objetivo que se persigue en la sociedad y la economía a medio y largo plazo. Todo lo que sea ir a mejor debe estar bien considerado por una ciudadanía que está aprendiendo a adaptarse cada vez más rápido a esa mejora de las tecnologías y que ya no puede vivir sin ellas.