Un término se ha puesto de actualidad en el asesoramiento de empresas y autónomos, es el de la asesoría digital. ¿Qué es, realmente? ¿Qué servicios prestan? ¿En qué se diferencia de una asesoría tradicional? Respondemos a estas y otras preguntas.
Uno de los servicios claves para cualquier autónomo o empresa es contar con una buena asesoría. Antes, incluso, de darse de alta de autónomo, el emprendedor busca una asesoría fiscal y laboral que le gestione los trámites y que le acompañe en su andadura empresarial.
Un empresario puede prescindir de muchos servicios externos a lo largo de su carrera, pero el asesoramiento jurídico no es uno de ellos. De ahí, que elegir bien la asesoría sea una decisión de capital importancia.
¿Qué me conviene más, una asesoría digital o una asesoría tradicional? Depende de la relación que quieras tener con tu asesor y de tu sistema de funcionamiento. Indagaremos más en profundidad en el asunto, pero a grandes rasgos, podemos decir que los dos modelos prestan los mismos servicios y lo único que los diferencia es que mientras que la asesoría digital trabaja exclusivamente online, la asesoría tradicional sigue teniendo un funcionamiento presencial importante.
Para ambos sistemas, los asesores de ASEMM, una asesoría de Cáceres con más de 25 años de experiencia, que está desarrollando el modelo digital, después de trabajar durante años de manera tradicional, nos cuentan que lo importante es prestar un servicio personalizado e integral.
Es decir, que todos los trámites de tu negocio deben ser llevados por la misma asesoría. Tu asesoría de cabecera es junto a ti, quien mejor conoce tu empresa. Te puede presentar soluciones más adecuadas para resolver tus problemas y afrontar tus retos.
Pero volvamos al tema central del artículo. ¿En qué consiste una asesoría digital?
¿Qué servicios presta una asesoría digital?
Como acabamos de indicar, una asesoría digital presta los mismos servicios que cualquier asesoría. Son estos:
- Asesoría Fiscal.
La gestión de los pagos de impuestos es uno de los temas que más preocupan a autónomos y empresarios. Principalmente por las repercusiones que pueda tener la evasión o la mala tributación: multas, recargos, procesos judiciales.
Tanto una empresa como un autónomo son figuras retenedoras de IVA. Por tanto, ambos tienen que hacer una declaración trimestral en la que se descuenta el IVA cobrado del IVA pagado. Estos pagos trimestrales se regularizan una vez al año con la presentación de la declaración anual del IVA, que recopila todos los movimientos del ejercicio.
El otro tributo al que tienen que hacer frente es el pago de los impuestos directos. Estos sí son diferentes. Mientras un autónomo tributa a Hacienda como rentas de capital dentro del IRPF, que es un impuesto progresivo (a mayor cantidad de ingresos, mayor gravamen), una empresa paga el Impuesto de Sociedades (que tiene un tipo fijo de tributación del 25% sobre los beneficios netos).
En ambos casos se hace una retención o pago trimestral, que coincide en el tiempo con la liquidación del IVA.
- Asesoría Laboral.
La asesoría laboral atañe a todo lo relacionado con la contratación y gestión de personal y a la relación del empresario con la Seguridad Social.
Aunque un emprendedor no tuviera contratado a nadie, como les sucede a muchos trabajadores autónomos, necesitaría de asesoría laboral. Ya que esta se encarga de gestionar la relación del empresario con la Tesorería General de la Seguridad Social: la inscripción y alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y el pago de la cuota mensual a la Seguridad Social.
Si además tiene trabajadores contratados, la asesoría se encarga de la redacción y tramitación de los contratos de trabajo, del pago de nóminas y de la gestión de las retenciones y pagos a Hacienda y a la Seguridad Social que se deriven de esta relación.
Al mismo tiempo, asiste al empresario en la resolución de los conflictos que pudieran surgir entre este y el trabajador.
- Asesoría contable.
Para los autónomos no es obligatorio acogerse al Plan General de Contabilidad, aunque dependiendo de la actividad que realice, puede ser aconsejable.
Esto no es así con las empresas, con independencia de la forma jurídica que adopten: S.L., S.A. ó Sociedad Comanditaria. Estas sí están obligadas a llevar un registro contable de todas las acciones económicas que realice la empresa. Este registro se debe realizar de acuerdo a la ley y debe ser accesible a Hacienda cuando esta lo solicite.
- Transformación Digital.
Este es una parte del asesoramiento que ha cobrado importancia en los últimos años. Más que otra cosa por el programa del Kit Digital que ha puesto en marcha el gobierno. Un programa de ayudas públicas que va orientado a promover la transición digital de Pymes y autónomos.
Las ayudas son gestionadas por agentes digitalizadores. Empresas del sector tecnológico que invierten los fondos en los proyectos para los que han sido concedidos.
Hoy, algunas asesorías incluyen este servicio en los packs que ofrecen a sus clientes, soliciten o no el kit digital. La digitalización ha pasado a ser un punto importante en la agenda de las empresas y con frecuencia, se trata de un campo que no se controla lo suficiente. Por lo que un buen asesoramiento en la materia es aconsejable.
Diferencias con la asesoría tradicional.
La asesoría digital funciona completamente online. Es decir, no hay trasvase de papeles ni documentos físicos entre la empresa y su asesor.
Para llevar el tema fiscal, la empresa debe hacer llegar todas las facturas a su asesor, tanto las pagadas como las emitidas. Con las asesorías tradicionales, antes, lo habitual, era que el empresario se pasara antes de la liquidación trimestral por la oficina del asesor y le entregara en mano las facturas. Este las fotocopiaba o las escaneaba en el ordenador y se las devolvía al cliente.
Ahora, las asesorías digitales tienen programas informáticos o aplicaciones en las que al emitir una factura se crea una copia digital que llega directamente al asesor. Sin necesidad de recopilarlas expresamente.
Una asesoría digital no tiene por qué tener una sede física. Opera desde una aplicación o una página web. La comunicación entre la asesoría y la empresa se realiza por mensajería digital.
El blog Declarando compara en un artículo las asesorías digitales con las tradicionales. Estas son otras diferencias importantes que señala:
- Consulta de datos. Al registrarse toda la información al instante, las asesorías online recogen los datos y hacen simulacros provisionales de declaración de impuestos que pueden ser consultadas en cualquier momento por el empresario. Este le permite tomar decisiones más acertadas y efectuar un mejor control del gasto.
- Ahorro fiscal. Las herramientas informáticas que utilizan las asesorías digitales hacen una proyección del pago de impuestos en función de los datos registrados. Así, teniendo en cuenta como ha operado la empresa, pueden hacer una estimación de lo que pagará a Hacienda en trimestres posteriores y a lo largo de todo el año. Una información valiosa que asiste al empresario en la toma de decisiones.
- Detección de errores. Muchas de estas herramientas, de las que estamos hablando, operan actualmente con Inteligencia Artificial. La cual, detecta con más rapidez los errores que se pueden apreciar en la gestión de la empresa y sugieren medidas para que sea más efectiva.
- Servicio más económico. Si bien no podemos decir que esta sea una ley general, sí suele ser frecuente que las asesorías digitales sean más económicas que las tradicionales. En cierto modo, es comprensible. Como negocio tienen menos gastos. No tiene que pagar el alquiler de un local y los gastos que se derivan (electricidad, agua, impuestos municipales) y, por lo general, tienen menos mano de obra.
Ventajas de las asesorías digitales.
El portal web Interempresas subraya que el 60% de las asesorías consideran que la digitalización les va a permitir ser más competitivas en el mercado. El paso de la transformación de una asesoría tradicional en una asesoría digital, o mantener un modelo mixto, donde se preste un servicio online al tiempo que se mantiene la sede física, es una realidad que se está dando a día de hoy.
Y es que la asesoría digital reporta grandes ventajas para muchos empresarios. Lo acabamos de ver. Con las aplicaciones de gestión, los datos se recogen al instante y con ellos se elaboran informes, proyecciones y simulaciones que ayudan al empresario en la toma de decisiones.
Otro de los beneficios de las asesorías digitales es la disponibilidad horaria. El empresario puede hacer llegar la información a la asesoría en cualquier momento. Las 24 horas del día, los 7 días de la semana. No tiene que estar supeditado a un horario de oficina.
La comunicación entre la asesoría y su cliente es por internet y con frecuencia suele ser más rápida que la que se realiza con las asesorías tradicionales.
Con todo esto, aún hay empresarios que prefieren el modelo presencial de toda la vida. Tiene un contacto más personal y directo con el asesor.
Asesorías digitales y tradicionales convivirán por mucho tiempo. Optar por unas o por otras depende de los gustos del cliente.