Un despido improcedente es aquel que se produce sin que la empresa tenga una causa legal para hacerlo. Esto significa que el despido no se ajusta a las causas objetivas, disciplinarias o económicas que establece la ley.
Causas de un despido improcedente
Las causas de un despido improcedente pueden ser varias. Entre ellas:
Ausencia de causa legal
La empresa no puede despedir a un trabajador sin una causa justificada. Las causas legales para el despido pueden ser:
- Causas objetivas: motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción.
- Causas disciplinarias: incumplimiento grave de las obligaciones del trabajador.
- Fuerza mayor: acontecimientos imprevisibles e inevitables que imposibilitan la continuación de la relación laboral.
Incumplimiento de los requisitos formales
La empresa debe cumplir con una serie de requisitos formales para que un despido sea válido. Estos requisitos incluyen:
- Entrega de una carta de despido: la carta debe contener la fecha, el motivo del despido y la indemnización (si la hay).
- Pago de la indemnización: la indemnización por despido improcedente es equivalente a 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
- Preaviso: la empresa debe comunicar al trabajador con antelación su decisión de despedirlo. El plazo de preaviso varía en función del tiempo que el trabajador haya estado en la empresa.
Discriminación
El despido no puede basarse en motivos discriminatorios como:
- Religión.
- Ideología.
Consecuencias de un despido improcedente
Las consecuencias de un despido improcedente pueden ser muy graves tanto para el trabajador como para la empresa. Por ello, es importante que las empresas se aseguren de que los despidos se ajustan a la ley.
Para el trabajador
Económicas:
- Pérdida del salario: el trabajador deja de percibir el salario que venía cobrando en la empresa.
- Pago de la indemnización: la empresa debe pagar al trabajador una indemnización por despido improcedente. La cantidad de la indemnización depende del tiempo que el trabajador haya estado en la empresa y del tipo de contrato que tenga.
- Dificultad para encontrar un nuevo empleo: el despido improcedente puede dificultar la búsqueda de un nuevo empleo, ya que algunos empleadores pueden ver al trabajador como un «riesgo».
Emocionales:
- Estrés: una de las consecuencias más repetidas en los casos de despido improcedente es el estrés. Las personas se enfrentan a una situación imprevista, en la que no saben qué pasará con su futuro laboral.
- Ansiedad: también la ansiedad es una consecuencia clara del despido. Sea cual sea su tipo. Se da en el proceso de despido y mientras se busca otro empleo.
- Depresión: en muchos casos, el despido improcedente desencadena en depresión. La pérdida repentina de empleo y la incertidumbre sobre el futuro pueden generar sentimientos de desesperanza, inutilidad y falta de control.
Sociales:
- Pérdida de la autoestima: el despido injusto puede tener un impacto negativo en la autoestima del trabajador
- Deterioro de las relaciones sociales: puede sentirse desvalorizado y experimentar dificultades en sus interacciones con otros.
Para la empresa
Económicas:
- Pago de la indemnización: la empresa debe pagar al trabajador una indemnización por despido improcedente. La cantidad de la indemnización depende del tiempo que el trabajador haya estado en la empresa y del tipo de contrato que tenga.
- Costos legales: la empresa puede tener que pagar costas legales si el trabajador decide iniciar una demanda judicial.
- Pérdida de productividad: la empresa puede perder productividad debido a la salida del trabajador.
Reputacionales
- Daño a la imagen de la empresa: el despido improcedente puede dañar la imagen de la empresa.
- Dificultad para atraer y retener talento: a los mejores talentos les puede desanimar trabajar en una empresa con una mala reputación en cuanto a despidos.
Legales
- Sanciones: si la Inspección de Trabajo determina que un despido es injusto y viola los derechos del trabajador, la empresa puede enfrentar sanciones.
- Demanda judicial: si el trabajador cree que su despido fue injusto, tiene la opción de presentar una demanda judicial contra la empresa.
Procedimiento despido improcedente
Si te encuentras en una situación de despido improcedente, es importante mantener la calma y seguir estos pasos:
Revisa la carta de despido
Asegúrate de que la carta esté firmada por la empresa y que incluya la fecha, el motivo del despido y la indemnización (si la hay). Si no estás conforme con el contenido de la carta, puedes firmarla como «no conforme» y añadir tus observaciones.
Busca asesoramiento legal
Para proteger tus derechos laborales y explorar tus opciones legales, es importante tener el respaldo de un abogado especializado en derecho laboral. Puedes buscar uno a través de tu sindicato, colegio de abogados local o a través de recomendaciones de amigos o familiares.
Como explican los abogados laboralistas de Trámites Fáciles Santander, “los despidos, las reclamaciones de cantidad y las sanciones están a la orden del día en el mercado laboral. Parece lógico pensar que ni para un empresario es fácil despedir ni para un trabajador ser despedido. Cuando se produce o se va a producir un despido, todo son dudas e inseguridades”.
Presenta una reclamación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC)
Este es un trámite obligatorio antes de iniciar una demanda judicial. En el SMAC se intentará llegar a un acuerdo entre la empresa y el trabajador con la ayuda de un mediador. Si no se logra un acuerdo, el trabajador podrá presentar una demanda judicial.
Inicia una demanda judicial
Si no se ha logrado un acuerdo en el SMAC, el trabajador puede presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. En la demanda, se deberán exponer los motivos por los cuales se considera que el despido fue improcedente y se deberán presentar las pruebas y evidencias correspondientes.
Recopila evidencias
Cualquier información que pueda ayudarte a demostrar que el despido fue improcedente será útil, como:
- Contratos de trabajo.
- Nóminas.
- Evaluaciones de desempeño.
- Correos electrónicos.
- Mensajes de texto.
- Testimonios de compañeros de trabajo.
Conoce tus derechos
Para saber tus derechos como trabajador en España, es importante conocer la ley laboral. Puedes encontrar información útil en la página web del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
¿Se puede impugnar un despido improcedente?
Sí, se puede impugnar un despido improcedente. De hecho, es un derecho fundamental que tienen todos los trabajadores. El plazo para impugnar un despido improcedente es de 20 días hábiles desde la fecha en que se notifica el despido al trabajador.
Para impugnar un despido improcedente, el trabajador debe seguir estos pasos:
- Reclamar ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC)
Este es un trámite obligatorio antes de iniciar una demanda judicial. En el SMAC se intentará llegar a un acuerdo entre la empresa y el trabajador con la ayuda de un mediador.
Si no se logra un acuerdo, el trabajador podrá presentar una demanda judicial.
- Presentar una demanda judicial
La demanda se debe presentar ante el Juzgado de lo Social. En la demanda, se deberán exponer los motivos por los cuales se considera que el despido fue improcedente y se deberán presentar las pruebas y evidencias correspondientes.
- Asistir al juicio
En el juicio, el juez escuchará las alegaciones de las partes y dictará una sentencia. Si el juez considera que el despido fue improcedente, puede condenar a la empresa a readmitir al trabajador en su puesto de trabajo. En ocasiones, condena a la empresa a pagar al trabajador una indemnización por daños y perjuicios.
También es posible condenar a la empresa a pagar al trabajador los salarios que dejó de percibir desde el despido hasta la readmisión.
Otros tipos de despido
Además del despido improcedente, existen otros tipos de despido que se pueden dar en el ámbito laboral. A continuación, se describen algunos de los más comunes:
Despido disciplinario
Se produce cuando el trabajador ha incumplido gravemente sus obligaciones laborales. Algunos ejemplos de motivos de despido disciplinario son:
- Faltas de asistencia o puntualidad injustificadas.
- Desobediencia a las órdenes del empresario.
- Ofensas verbales o físicas al empresario o a otros trabajadores.
- Hurto o robo de bienes de la empresa.
- Disminución voluntaria y continuada del rendimiento en el trabajo.
Despido objetivo
Se produce por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción que afectan al funcionamiento de la empresa. En este caso, el despido no se basa en el comportamiento del trabajador, sino en las necesidades de la empresa.
Despido colectivo
Se produce cuando la empresa necesita despedir a un número elevado de trabajadores por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Este tipo de despido está sujeto a un procedimiento especial que protege los derechos de los trabajadores.
Despido por desistimiento del trabajador
Se produce cuando el trabajador decide voluntariamente rescindir su contrato de trabajo. En este caso, el trabajador debe preavisar a la empresa con una antelación mínima que se establece en el contrato de trabajo.
Despido por jubilación
Se produce cuando el trabajador alcanza la edad legal de jubilación. En este caso, el trabajador tiene derecho a una pensión de jubilación.
Despido por incapacidad permanente
Se produce cuando el trabajador sufre una enfermedad o accidente que le incapacita para trabajar de forma permanente. En este caso, el trabajador tiene derecho a una pensión de incapacidad permanente.