Que España es uno de los países más turísticos del mundo es algo que ya no sorprende a nadie. La nuestra es una tierra cargada de argumentos para ser visitada y es lógico que cada año ascienda el número de turistas que acuden hasta nuestros pueblos y ciudades con el propósito de conocer sus secretos, que no son pocos y que tienen la capacidad de sorprender tanto a la gente que viene de fuera como a los propios españoles y españolas, que muchas veces no valoramos lo que tenemos. Hablamos de una de las actividades económicas de referencia en nuestro país y que nos aporta una salud financiera como la que no pueden alcanzar otros negocios tradicionalmente importantes como la construcción.
Es probable que, al hablar de turismo, lo primero en lo que pensemos sea en una ciudad situada al lado de la costa, con playa, y que esté bañada por grandes dosis de sol. Es el tipo de turismo más habitual en España. Pero no el único ni mucho menos. Faltaría más. España es un país en el que el turismo de corte gastronómico ha crecido mucho y que también cuenta con argumentos de sobra para convencer a propios y extraños. También disponemos de buenas opciones para el invierno gracias a una oferta interesante de pistas de esquí… y, como no podía ser de otra manera, también somos una potencia en materia de turismo de interior porque hay una historia muy interesante detrás de cada ciudad y porque el turismo rural se ha ganado un hueco en los últimos años entre las preferencias más demandadas por los turistas.
El turismo rural ya era importante antes de la pandemia. Es cierto que, cuando terminó el confinamiento, cerca del verano de 2020, mucha gente se decantó por este modelo de turismo porque garantiza huir de las aglomeraciones de gente que se forman, por ejemplo, en lugares de costa. Pero ya eran muchas las personas que solían realizar este tipo de viajes antes de que el coronavirus hiciera acto de presencia en sus vidas. No cabe la menor duda de que esta es una de las actividades que en muchas ocasiones nos sirve para desconectar y olvidarnos al 100% de la rutina a la que tenemos que enfrentarnos día a día en el trabajo y en nuestro propio domicilio.
Una de las pruebas que muestra que el turismo rural no es cosa solo de la actualidad es la noticia que os vamos a compartir a continuación y que manifestaba que el turismo rural ya facturaba un total de 420 millones de euros en el año 2003. No es para menos. Las casas rurales llevan siendo una posibilidad turística desde hace mucho tiempo y son miles y miles las personas que han tenido la posibilidad de disfrutar de ellas. La tranquilidad y el silencio que proporcionan son cada vez más necesarios para las familias, parejas y amigos que las visitan y suelen ser consideradas como una de las mejores elecciones para desconectar y cargar las pilas.
Vamos con datos un poco más actuales y que han sido extraídos de un estudio publicado por el portal web Statista. En él, se indica que el número total de pernoctaciones al año en materia de turismo rural se posicionó en las 11’95 millones. Además, la estancia media en alojamientos rurales es de 2’75 días y la tasa de ocupación pasa del 20%. Son datos que revelan que estamos hablando de una actividad que tiene mucho presente pero que, además, cuenta con una inmensidad de posibilidades en lo que respecta a su futuro. Esa siempre va a ser una noticia de lo más positiva para la economía española en general y para el sector turístico en particular.
El turismo rural continúa ganando terreno en el mercado turístico de un país como el nuestro, cuya principal fuente de ingresos proviene de ese turismo tanto nacional como internacional que permanentemente está en funcionamiento y evolución. Cuentan desde Ruralzoom, un buscador de alojamientos rurales, que el número de personas que entran a su web, buscan alojamientos y reservas ha crecido de una manera exponencial de un tiempo a esta parte. No cabe la menor duda de que este es el mejor síntoma de que se está viendo incrementada la facturación relativa a este modelo de turismo en todos los lugares de nuestra geografía.
Se trata de una actividad idónea para cualquier tipo de persona. Para las personas que tienen una edad media y que están trabajando, esta actividad es idónea porque permiten encontrar la paz que no encontramos en otros momentos del año. Para los niños y los ancianos, que no son personas que puedan encontrarse en la misma situación al no estar trabajando, el turismo rural también es una actividad idónea porque hace posible que tengan la posibilidad de conectar con la naturaleza, que a fin de cuentas es algo que a todos y cada uno de nosotros nos va a venir de perlas.
Una manera de aliviar los problemas psicológicos
Son millones de personas en España las que padecen una serie de problemas como lo son la ansiedad, el estrés o la depresión. Hay muchos motivos por los cuales una persona puede caer en las garras de problemas como los que estamos comentando… y una de las soluciones que podemos poner en práctica es la de coger el coche y perdernos en muchas de las ubicaciones en las que podemos disfrutar del turismo rural en España. Cuando nos encontramos anímicamente tocados, la naturaleza puede ser nuestra mejor aliada y es preciso que tengamos en cuenta siempre todas y cada una de las ventajas que nos puede proporcionar.
Son muchos los casos en los que ha quedado claro que el turismo rural es un antídoto perfecto para aliviar los problemas de índole mental. Por desgracia, estos son demasiado habituales entre todo tipo de personas que necesitan una solución y que seguramente también estén confiando en un especialista en psicológica para salir del atolladero. Ojalá que, entre unas actividades y las otras, todo el mundo tenga la opción de continuar con su vida sin tener que lidiar más con problemas que, como en el caso de la ansiedad, el estrés o la depresión, causan un enorme trastorno en la vida diaria de quienes los padecen.
Lo que está claro es que pueden ser muchos los motivos por los cuales haya personas que se decanten por el turismo rural a la hora de disfrutar de sus vacaciones o de su fin de semana. Cuando hablamos de España de un país turístico solo por la playa y el sol, nos estamos equivocando porque nuestro país también es una tierra en la que se puede disfrutar de la naturaleza en su máximo esplendor. Y sería una pena que hubiera personas que, en ningún momento de su vida, pudieran disfrutar por unos motivos o por otros de esa sensación tan perfecta y gratificante que es encontrarse en conexión con esa tierra y naturaleza.
Cuidar de nuestro entorno es básico para mantener el turismo rural
Como es lógico, si no cuidamos de nuestros entornos naturales, será imposible que tengamos la posibilidad de disfrutar del turismo rural y de obtener los beneficios económicos que se derivan de él. España lleva mucho tiempo tratando de ser un país que cumpla todos los protocolos en materia de cuidado y respeto por el medioambiente y eso es lo que nos puede hacer que seamos uno de los países que tenga más argumentos para convertirse en el adalid del turismo rural en todo el mundo. Sería un verdadero orgullo que así fuera, no lo podemos negar.
Pero hay que invertir mucho tiempo, recursos y planificación en conseguir que esa apuesta por el turismo rural y por los espacios naturales de nuestro país surta efecto. España tiene un problema en este sentido: los incendios forestales que se producen a lo largo del verano. Este es siempre uno de los temas que copan los titulares de los periódicos y los informativos de radio y televisión y debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para que se puedan prevenir estos incendios o controlarlos a la mayor brevedad posible. De lo contrario, estaremos perdiendo cada año un espacio natural que podría servir de inspiración y de motivo de tranquilidad para mucha gente, además de ser un espacio idóneo para que nuestra atmósfera estuviera un poquito más limpia.
Hay que cuidar del turismo rural en todos los sentidos, en el meramente físico y en el económico. Tenemos un filón que todavía podemos explotar mucho más en España y que puede servir para que nuestro país continúe siendo uno de los máximos representantes de este tipo de turismo ya no solo en Europa, sino en el mundo. Ojalá que lo consigamos, porque eso nos beneficiará a todos y cada uno de nosotros y nosotras. Estamos convencidos de que lo conseguiremos. A fin de cuentas, pocos países hay en este planeta que cuiden tanto de su terreno como el nuestro.